Semestre i, las secuelas.

Este cuarto semestre de universidad, tuvimos la “oportunidad” de cursar la nueva modalidad de semestres del Tec, Semestre I. Oportunidad está entre comillas porque no nos dieron a escoger, y básicamente nos forzaron las materias, pero ese no es el punto. Pese a el muy amargo inicio, y la incertidumbre, este semestre me enseñó muchas cosas. Muchas de estas a la mala, pero son cosas que no se aprenden en un semestre normal.

La primera enseñanza que me deja este semestre es a controlar tus emociones, muchas veces cuando estás trabajando en un proyecto, o en algo, te dejas llevar por tus emociones, y no puedes trabajar al cien. No te puedes concentrar, haces las cosas mal, y terminas trabajando demasiado tiempo a medias. Si las cosas se atoran, o no salen como esperas, tomate un descanso y respira. En nuestra área ingenieril es muy común trabajar en la computadora, el problema con esto es que nuestros “descansos” muchas veces son dejar de trabajar, y meternos a Facebook, o hacer otra cosa, pero sin dejar la computadora. Si necesitas descansar, pon la computadora a un lado y camina, despabílate, come algo, platica con alguien. No te quedes sentado en la computadora, solo te vas a frustrar más y terminar más cansado. Muévete, en esos momentos necesitas que las ideas fluyan.

La segunda enseñanza es aprender a manejar los tiempos. Algo muy difícil de este semestre es la flexibilidad que hay para las fechas de entrega, y la ausencia de fechas límite de entrega. Yo estoy muy acostumbrado a trabajar bajo presión, y muchas veces si no tengo presión, simplemente no me dan ganas de trabajar, y termino procrastinandome de una manera impresionante. En esta clase de proyectos en los que te dan mucha libertad, hay que tener una agenda, y una ruta crítica, si no se puede tener una ruta crítica, como en nuestro caso, mínimo hay que planear por semana. En proyectos grandes como este, es muy útil usar herramientas de planeación de proyectos, como son Trello, o Asana, para organizarte. Estas herramientas ayudan a definir objetivos, y a planear el proyecto. Una pequeña anécdota es que nosotros empezamos el semestre con Google Keep para planear las cosas. Fue un gran error. Lo más llamativo de Google Keep, eran los colores, y lo bonito del diseño, pero le hacen falta muchas herramientas, como la asignación de objetivos a personas, y vistas generales del proyecto. Hay que encontrar motivación, hacer las cosas en tiempo y cumplir con los objetivos.

Tercera, es impresionante lo que un mal planeamiento puede causar. Esto lo aprendí por dos razones. La primera fue por cómo se llevó a cabo este semestre. Parece que tuvieron una semana para planearlo, y que dejaron todo para el final de esa semana. Los tiempos mal planeados, muchos profesores sacados de onda. Cabe mencionar que NO es culpa de ellos, sino de la falta de alguna asesoría. La otra manera por la cual me di cuenta fue por la primera inmersión. En esta no planee absolutamente nada, y digo las cosas salieron bien, pero a coste de desvelos y desgastes. Cualquier cosa que se haga siempre sale mejor planeada, porque de esta manera se puede prever cualquier asunto.

Y la cuarta no es tanto una enseñanza, sino algo que me dejó semestre I. Dejando a un lado todo, este semestre me ha dejado cuatro amigos, con los que sé que puedo contar. Me permitió conocer más a fondo a los de mi carrera, y tambien a algunos de ISC. Muchos de mis compañeros se quejaron de ver las mismas personas todos los días. Fue muy raro, me sentí en secundaria, pero me gustó la experiencia.

A todos los Tec de por ahí, si les recomiendo tomar semestre i, solo que este correctamente planeado, y por favor, que no sea forzado. Este semestre si nos dejó una experiencia amarga, pero dentro de todo aprendimos.

Semestre I una breve historia

Semestre I, un semestre algo polémico en el sistema Tec, ya que las clases cambian de manera radical. Este semestre tuve la “oportunidad” de cursar un semestre en esta modalidad. Nótese las comillas, ya que no tuvimos opción. Después de muchos corajes por la manera en la que nos enteramos del semestre, creo empecé muy emocionado por este semestre, ya que nos iban a poner un reto, e iba a ser como trabajar por un semestre.

Empezamos algo raro, ya que no supimos ni el reto, ni el horario hasta el primer día de clases. Las únicas cosas que sabíamos antes de eso, era que el reto estaba relacionado a Internet de las Cosas, y que el horario iba a ser dinámico. Para los alumnos, y los profesores esto rompía paradigmas, entonces tomó trabajo el acostumbrarse al ritmo de trabajo, y a los diferentes módulos. El primer día hicimos los equipos con los que íbamos, y estamos trabajando todo el semestre. Los profesores nos dieron la opción a nosotros de hacer los equipos, y nuestro equipo fue el más grande, cinco personas; Pietra, Edwing, Diego, Wicho y yo. Al principio estuvo chistoso, ya que yo solo conocía bien a Diego y Edwing, nunca pensé lo bien que me iban a caer los demás.  El trabajo en equipo es normal en el Tec, lo que no es normal, es trabajar en equipo todo el tiempo.

El primer “parcial” fue extremadamente confuso, ya que sabíamos cual era el reto, y sabíamos como resolverlo, pero solo a grandes rasgos, no teníamos idea de como plantear una solución que estuviera bien planteada, y fuera viable, pero medio a ciegas y a como pudimos salimos. Lo que se me hacía más extraño de este parcial, era obviamente el horario cambiante, pero tambien la materia de redes, o mejor dicho materias. Digo materias ya que llevamos redes I y redes II al mismo tiempo, por los requisitos del reto. Lo extraño de esta coalición de materias era que teníamos a dos profesores, y al principio era confuso diferenciar, entre las dos materias. No fue hasta después de la primera inmersión que nos dimos cuenta de que casi toda la primera parte era redes I, y redes II vino después.

En fin, llegamos a la primera inmersión sin saber que esperar. Yo en lo particular estaba muy nervioso, ya que siempre nos describían inmersión como un matadero. Nos dieron los requerimientos un viernes antes, y los leí, no era tan difícil como pensé. Llegamos el lunes, inicio de la semana de inmersión, al kick off. Nos dieron instrucciones más detalladas de entregables, y las metas de la semana, y nos pusimos a trabajar. Tengo que decir que mi equipo me impresionó. Cuando llegué Diego se había hecho cargo del servidor apache, Pietra, investigó todo lo necesario de redes, para casi solamente llegar a copiar los comandos, y Wicho, había hecho más de la mitad del código del microcontrolador. Por primera vez en mi vida, no tenía nada que hacer de trabajo práctico. Edwing y yo nos dedicamos a la investigación, presentación, y todo lo de redes. El problema fue que nos confiamos. Para el miércoles habíamos terminado casi todo, faltaban cosas, pero no hicimos tanto caso. Cuando menos nos dimos cuenta, ya estábamos en viernes, y la presentación era en quince minutos. En ese entonces yo pensaba que nuestra presentación era a prueba de balas, ahora me rio de ese pensamiento. Empecé a presentar yo, y me puse demasiado nervioso, no? Solo los que me vieron entenderán, creo que nos fue decente, pero yo no quería decente, yo quería muy bien. Terminamos la presentación, me quité el saco, y estaba empapado en sudor de los nervios. Hasta ahora no sé porque me puse tan nervioso, ya que la presentación era para nuestros maestros.

Termina primera inmersión, nos dan la retro, empezamos de nuevo a trabajar, pero ahora para la siguiente inmersión. El cambio más radical fue que ya teníamos la idea completa del proyecto, y ya teníamos claro todo. Volvimos al trabajo habitual, y las cosas se estabilizaron. El tiempo fluía más rápido y empezamos a disfrutar más las cosas, todo se acomodó. Pero empezó a surgir un problema, perdimos las ganas de trabajar. Nos empezamos a hartar del proyecto, y del semestre, llegamos a decir que este semestre lo tiramos a la basura. Creo que la razón por la apatía fue principalmente por dos razones. La primera, fue que nos encajonaron. El proyecto de nuestro semestre empezó siendo muy amplio, y nos daban la libertad de resolver el proyecto de la manera en que quisiéramos, pero conforme pasó el tiempo, los proyectos empezaron a parecerse cada vez más hasta ser casi idénticos. Creo que esto creó un ambiente de competencia entre nosotros, e incluso llegó a afectar nuestras relaciones. La segunda razón, fue que nos estancamos. No podíamos avanzar en el proyecto porque dependíamos de las materias, y no sabíamos que hacer. Coincidió también que la asesora nos descuidó mucho, nos sentíamos en el limbo. Teníamos algo tangible y funcional, pero no lo terminábamos. Eventualmente las cosas hicieron sentido, pero algo cambió, no volvimos a tener las ganas de hacer el proyecto. Sabíamos desde al principio que era un proyecto ficticio, pero antes no importaba, ahora simplemente no había ánimos para avanzar. Un factor muy importante para esta “apatía” fue la ausencia de nuestro “papá cisco”, nuestro socio formador, que para ser sincero en este momento no sé si es Cisco, o si es el maestro Oscar.

Seguimos trabajando en los módulos del semestre, y el proyecto continuó estancado hasta la semana antes de inmersión. En este periodo la claridad empezó a volver, y reiniciamos el trabajo en el proyecto. Nos organizamos, y llegó inmersión, trabajamos a toda máquina, y nos dividimos el trabajo. Fue una semana muy pesada, por los requerimientos del reto de la semana, pero seguimos adelante. Algo muy chistoso, y muy contrastante del ambiente ingenieril, es que el trabajo verdadero empezaba hasta tarde. Había días en los que llegábamos a las 10, y el trabajo empezaba a fluir hasta después de comer, por ahí de las 3. Y seguíamos hasta en la noche, o hasta que nos corrían. Empezamos a avanzar y llegó la presentación. Para esta segunda inmersión hicimos dos presentaciones, una teórica, y otra práctica. Presentamos dos veces, nos dieron la retro, y a seguir trabajando, otra vez a retomar el trabajo “normal”.

Dos semanas después, estamos aquí. El trabajo ha cambiado, ya que la teoría en los módulos es poco, y el trabajo en el proyecto aumenta, y exponencialmente. Es el último tirón, nos quedan dos semanas de clases, y la semana final de inmersión, en otras palabras “tres semanas de inmersión”. Lo vuelvo a decir, es el tirón final, el semestre ha estado lleno de experiencias, buenas y malas, el ambiente en el salón es extraño, porque ya todos son mis amigos, no solo mis compañeros. Todos compartimos un sentimiento de apatía, y de molestia. Pero no hay que detenernos, ya falta poco y pese a todo lo que ha sucedido, hay que salir adelante. Faltan tres semanas, tenemos una oportunidad de probarnos a nosotros mismos que si podemos, a pesar de muchas cosas que pasaron, y que estamos en 4to semestre, y que es el primer semestre i en nuestra carrera (no me estoy martirizando, solo es lo que pasó), si podemos. No hay que detenernos ahora, es el último tirón.